Tus suaves palabras
no me dejan dormir
no es el hambre o el frío
pues me derrito por ti
Espero tu llamada
tumbado en la cama
mirando el techo
sin hacer nada
Tus últimas palabras
estallan en mi cabeza
descubro que te hundes
sumida en mi tristeza
en tormentas de orgullo
naufragando mi navío
hecho de anhelo tuyo
con un mástil de hastío
No hay comentarios:
Publicar un comentario